ContAPP, que en la actualidad genera empleo directo para más de 40 personas y tiene planes de expansión a Perú, México y Colombia es el resultado de un proceso marcado por dedicación, esfuerzo y perseverancia. Mientras su fundador trabajaba para una incubadora de emprendimientos en Ecuador, advirtió sobre la complejidad, poca efectividad en los procesos contables y el obstáculo que esto imponía en llevar de forma ordenada el modelo de negocio. A partir de entonces empezó a trabajar con su contadora para organizar el proceso contable de Pambayá, una empresa amiga que abrió sus puertas no solo para ser parte de una solución contable que apenas estaba en desarrollo, sino que también dio a David el espacio de la primera oficina para ContAPP. Con WhatsApp como aliado tecnológico, la contadora recibía fotografías de facturas, ingresaba datos en una hoja de cálculo y emitía reportes a partir de su análisis. Al ver la poca efectividad de este proceso, en septiembre de 2017 nace la primera versión de esta aplicación, cuyo prototipo solucionó tres problemas: las fotografías de facturas se tomaban automáticamente, la hoja de datos se generaba de inmediato y, junto con reportes, el usuario podía recibir notificaciones del estatus de su declaración.

Una ocasión, en alianza con la incubadora tecnológica Buen Trip, David asistió a un pitch night en el que habló acerca de ContAPP, este espacio trajo un encuentro oportuno con Jacobo Moreno (experto en desarrollo de soluciones tecnológicas como Patiotuerca.com y Vive1.com), quien fue el primer inversionista ángel y socio del proyecto. En noviembre de 2018 el equipo actualiza la app y, durante ese primer año, el negocio creció en 600 %. Ahora ContAPP tenía a ocho personas trabajando a tiempo completo, en una oficina de 12 m2 adecuada en el estacionamiento de la casa de David. El espacio de trabajo pronto quedó corto y actualmente 42 personas forman parte del equipo ContAPP.

Hace dos años ContAPP fue un sueño que se hizo realidad, hoy es un reto que abre puertas, derriba esquemas y fronteras para anular el concepto de que “la contabilidad es un dolor de cabeza” y solucionar la vida de sus usuarios.